La información directa es muy importante,

para una relación de confianza duradera y sostenible con tus hijos y para evitar que los niños creen su propia imagen.
Porque incluso sin información, los niños pueden intuir que algo va mal en la familia. Nada les asusta tanto como no saber de qué se trata.

Habla tú mismo con tus hijos

Quieren y necesitan información directamente de sus padres, ¡sus cuidadores más importantes!

Utiliza la palabra «cáncer»

Explica la enfermedad de forma adecuada a la edad.

Recuerda explicar que el cáncer es curable en muchos casos

No todos los cánceres son iguales

Elige una fecha temprana

Cuanto antes haya claridad, más fácil será para los niños afrontarlo y más fácil será para ti hablar de ello abiertamente delante de los niños.

Presta atención a la edad de tu hijo al elegir las palabras

Evita los extranjerismos y transmite la información por partes.

Todos los niños deben recibir la misma información

aunque comunicados de forma diferente.

Explica los posibles efectos secundarios

lo visible y lo invisible

Nadie tiene la culpa

Hazles saber que nadie tiene la culpa de tu cáncer, ¡y menos ellos!

Permite todos los sentimientos de tus hijosEvita afirmaciones supuestamente reconfortantes como «No estés triste», en su lugar nombra los sentimientos de los niños «Sé que estás triste. No pasa nada. Yo también».