El diente de león ya se consideraba una de las plantas medicinales más poderosas en la cultura popular y ahora se celebra como un verdadero todoterreno en naturopatía.
De hecho, los poderes curativos de sus hojas y raíces son objeto de investigación científica desde hace algún tiempo.
En la investigación del cáncer en particular, se espera que el diente de león, que crece en todas partes y es muy fácil de encontrar, pueda contribuir al éxito del tratamiento médico convencional.
La Universidad canadiense de Windsor, en particular, lleva años investigando en detalle el diente de león y ahora ha descubierto que el extracto de diente de león obtenido de la raíz puede matar las células cancerosas sin dañar las células sanas.
La investigación dista mucho de estar completa y aún faltan estudios clínicos a gran escala, pero se espera que esta planta, conocida comúnmente como diente de león, se utilice también en la terapia del cáncer.
Sin embargo, ya se sabe por la medicina popular que el diente de león es un multitalento: si quieres tomar diente de león, primero debes comprobar si eres alérgico a las plantas compuestas.
Las alergias de este tipo podrían impedir el uso de productos con diente de león.
También debes evitarlos si padeces una enfermedad renal.
También se recomienda precaución al tomar antibióticos al mismo tiempo, ya que su efecto puede verse influido por el diente de león.