Apoyo para las pacientes y sus familiares

El diagnóstico de cáncer generalmente toma a las personas por sorpresa y sin preparación. Es una experiencia traumática para la cual no disponemos de modelos de actuación inmediatos.

Suele desconectar a las pacientes de la realidad y viene acompañado de un sentimiento de amenaza existencial. Se suceden rápidamente emociones de lo más diversas, como la impotencia, la desesperación, la incertidumbre, el miedo, la ira, la tristeza, la confianza y la esperanza, que desestabilizan y debilitan a la paciente.

Un cáncer no es un acontecimiento puntual y temporal, y su curso no sigue una dinámica uniforme. A las fases de crisis aguda les siguen otras de estabilidad, nuevamente de desestabilización, etc. Esta tensión continua y prolongada resulta sumamente agotadora y desafiante.

Es importante que las pacientes se sientan arropadas y respaldadas por una red de profesionales competentes que las traten con humanidad y empatía, les ofrezcan seguridad y protección en momentos de crisis y las animen. El acompañamiento psicooncológico es un pilar de ayuda muy importante.