La ciencia de la nutrición china tiene miles de años de antigüedad y es la base de la Medicina Tradicional China. Nunca ha existido una separación entre la fitoterapia (el uso de hierbas medicinales) y la alimentación: ambas se consideran y se utilizan como medicina. Por mucho que lo intentes, es imposible tener buena salud sin una alimentación adecuada. En el complejo mundo de la nutrición occidental, la nutrición china se presenta como un modelo de pensamiento atemporal, capaz de adaptarse a las características individuales de cada persona. En lugar de centrarse en ingredientes o aditivos con efectos generales, esta disciplina aprovecha la riqueza de los alimentos locales, adaptándolos a nuestro estilo de vida y constitución. Las recomendaciones nutricionales de la Medicina Tradicional China (MTC) pueden basarse en pocos y simples alimentos, ya que se parte del principio de que no todos los alimentos son adecuados para todo el mundo. El objetivo es encontrar los alimentos y métodos de cocción más adecuados para cada persona.

Este profundo conocimiento de los alimentos permite a la MTC utilizarlos de forma terapéutica y personalizada, abordando las causas individuales de los síntomas.

El conocimiento de la MTC sobre los alimentos es muy amplio y abarca aspectos como los efectos térmicos (caliente, cálido, neutro, fresco y frío), la relación con los órganos (influencia en los diferentes sistemas del cuerpo), las direcciones de acción (ascendente, descendente, hacia el interior, hacia el exterior, centrípeta y centrífuga) y los sabores (dulce, picante, salado, insípido, astringente, ácido y amargo).